| Mayo
2008 - Vol. 19
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Una
puerta abierta para la misión (continuación)
Miembros de la Comunidad Cuerpo
de Cristo en Santo Domingo dan la bienvenida a los participantes en la
RIC con sus cantos.
El centro de retiros donde se
efectuó la RIC cerca de Santo Domingo, República Dominicana.
265 coordinadores y líderes
de misión, de 64 comunidades y 22 países, asistieron a la
RIC en Santo Domingo.
Vista del campanario de
una iglesia histórica en Santo Domingo. Bartolomé Colón,
hermano de Cristóbal Colón, fundó Santo Domingo in
1496 y le puso el nombre del fundador de los dominicos. Santo Domingo es
la más antigua ciudad europea en el Nuevo Mundo.
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fotos
por Nico Angleys
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Impresiones
de los participantes
Jaime
Soto fue el organizador general de la RIC
Ha
sido una bendición muy grande para la Región Iberoamericana
el servir de anfitriones de la Reunión Internacional de Coordinadores
y las asambleas internacionales. Los comentarios de muchos hermanos hispanos
que participaron en los eventos es que han sido fuertemente renovados en
el servicio al Señor y en la misión de La Espada del Espíritu.
Jaime
Soto
Presidente
Regional
Esta
fue una oportunidad excelente para buscar al Señor como discípulos
y como coordinadores que representábamos a nuestras diversas comunidades
en todo el mundo.
Personalmente
quedé inundado por una fresca brisa de visión para una mayor
unidad y misión.
Mi
oración por nosotros, y por mí mismo, es que tengamos la
capacidad de obedecer la palabra que nos dirigió el Señor
durante este tiempo que pasamos juntos, y que la llevemos de regreso a
nuestras comunidades para ponerla en acción inmediatamente.
Krikor
Elmayan
Comunidad
Lámpara del Iluminador, Beirut, Líbano
El dar
culto y alabanza a Dios junto con hermanos de diversas ramas del cristianismo
ortodoxo (católicos, protestantes y ortodoxos) y de diversas culturas,
idiomas y países, me permitió experimentar en la carne la
realidad que expresa el apóstol Pablo en su carta a los Romanos,
de que todos los cristianos estamos llamados a adorar y glorificar a Dios
en unidad y armonía. En medio de nuestra diversidad en la RIC, experimentamos
el llamado a aceptarnos unos a otros como hermanos en Cristo. En esa realidad
podemos estar juntos y alabar a Dios con una sola voz, una sola mente y
un solo propósito (Romanos 15:6). Fue estupendo experimentar en
la RIC no solo la visión sino la realidad de este don de la unidad.
Roberto
Sabean,
Comunidad
Árbol de Vida, San José, Costa Rica
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